Un salto al frente en las relaciones sino-estadounidenses
POR JULIO MARTINEZ POZO.- ¿Se habrá percatado Vladímir Putin de lo solo y por su cuenta que lo dejan en su guerra absurda, las dos horas de videoconferencia entre los presidentes Joe Biden, de los Estados Unidos, y Xi Jinping, de China?
Aunque el punto convocante de la bilateral entre las dos principales potencias del mundo fuera la guerra en Ucrania, es evidente que necesitaban un cara a cara para discutir temas que a ambas economías les impactan más que el conflicto bélico, aunque las posiciones frente a éste sean claves para allanar el camino de las distensiones de la guerra comercial declarada a China por la administración Trump.
El presidente Xi Jinping acotaba que ha “habido y habrá diferencias entre China y Estados Unidos. La clave radica en mantener estas diferencias bajo control. Unas relaciones sino-estadounidenses en estable desarrollo benefician a ambas partes”.Al desatar una guerra con la que ha demostrado que le importa muy poco lo que piense el mundo, y sus consecuencias para el pueblo y la economía rusa, Putin ha servido la mesa para un salto al frente en las relaciones sino-estadounidenses.
¿Posibilidades de que China colabore con Rusia en esta masacre?, ningunas: “China no quiere ver que la situación en Ucrania haya evolucionado hasta la de hoy. China siempre defiende la paz y se opone a la guerra. Esto está incrustado en la historia y la cultura de China. China siempre juzga los asuntos de manera independiente según lo justo y lo erróneo de cada uno. China preconiza defender el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales universalmente reconocidas. China persiste en actuar a la luz de la Carta de la ONU y aboga por el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible. Estos principios fundamentales sustentan el enfoque de China sobre la crisis de Ucrania. China ha formulado una iniciativa de 6 puntos respecto a la situación humanitaria en Ucrania, y está dispuesta a ofrecer ulteriores asistencias humanitarias a Ucrania y otros países afectados. Todas las partes deben apoyar juntas a Rusia y Ucrania a realizar diálogos y negociaciones para que rindan resultados y conduzcan a la paz. Estados Unidos y la OTAN también han de realizar diálogos con Rusia para desentrañar el quid de la crisis de Ucrania y aliviar las preocupaciones de seguridad tanto de Rusia como de Ucrania”Biden, por su parte, lo que quiere con China son acuerdos y comprensión en los desacuerdos: “Estados Unidos no busca una nueva Guerra Fría con China; no pretende cambiar el sistema de China; la revitalización de sus alianzas no está dirigida a China; Estados Unidos no apoya la “independencia de Taiwan”; y no tiene la intención de buscar un conflicto con China. Estados Unidos está listo para tener un diálogo sincero y una cooperación más estrecha con China, mantenerse comprometido con la política de una sola China y gestionar de manera efectiva la competencia y los desacuerdos para garantizar el crecimiento estable de estas relaciones. El Presidente Joe Biden expresó su disposición de mantenerse en estrecho contacto con el Presidente Xi Jinping para establecer el rumbo de las relaciones entre Estados Unidos y China”.
Gracias, Putin, diría Xi, por propiciar esta ocasión, en la que los dos principales actores mundiales entienden que “China y Estados Unidos deben respetarse mutuamente, convivir en paz y evitar la confrontación, y convienen en reforzar la comunicación y el diálogo a todas las instancias”.